lunes, 18 de abril de 2011

ENFOQUE

ENFOQUE
Por Miguel Ángel Kaiseros
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enfoque50@hotmail.com
El PRI y el PRD sin revolucionarios a la vista
Humberto Moreira sabe trabajar para los pobres

Es admirable observar cómo la juventud cubana proclama su entrega y su lealtad al socialismo humanista de su revolución, mientras que en México no vemos por ningún lado a una juventud convencida e ideológicamente bien formada para defender y hacer posibles los postulados de la revolución mexicana. Ni el PRI con sus más de 70 años de existencia, ni el PRD que se supone aglutina a los revolucionarios de nuestros días, pueden decir que persiguen sus grandes objetivos en materia de justicia social y libertaria.
Luego de 50 años lucha contra el imperio sanguinario de Estados Unidos, Cuba consolida su liderazgo revolucionario en el Caribe y en América Latina, donde países como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, y en alguna forma evidente también Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, son ahora más libres y más progresistas gracias a la solidaridad del pueblo y del gobierno cubanos. Mientras esos países vislumbran un futuro libre y soberano, México se debate en el caos de una secuencia de gobiernos neoliberales que generan miseria e injusticia para el pueblo.
Observemos que México, carece de una juventud revolucionaria, y en cambio los partidos políticos alientan a sectores juveniles burocráticos y conformistas, que en su mayoría sólo buscan vivir del presupuesto aplaudiendo a los patrones neoliberales que se adueñaron de las instituciones gubernamentalesPRI que es revolucionario institucional, ni el PRD que es el partido de la revolución democrática tiene cuadros juveniles que siquiera intenten igualar en acción y en consciencia a la juventud revolucionaria cubana.
El PRI dirigido por Humberto Moreira Valdés, un político que ciertamente sabe trabajar a favor de la gente que menos tiene, sufre la acechanza constante de la ultraderecha tradicional enemiga de la democracia de la justicia social. En los últimos días los mexicanos vemos como hordas de panistas desertan de su partido para acomodarse el PRI donde seguramente harán mucho daño a lo poco que de revolucionario le quede a nuestro partido.
En Coahuila en los últimos cuatro años, el PRI se fortaleció como en ninguno otro estado de la república, al grado de que el resto de los partidos fueron hechos talco. El PRI se fortaleció botando de sus filas a los priístas empanizados y de ultraderecha que nunca le han faltado. Sin embargo, en los últimos días muchos azules se tricolorizan, sin siquiera ruborizarse. Hace 20 años, se decía que era más fácil empanizar a un priísta, que tricolorizar a un panista, en nuestros días los azules pierden su color original y se lanzan a las nóminas gubernamentales sin reparar en los colores. Las alianzas de partidos en tiempos electorales son ejemplo de ese tipo de burócratas chaqueteros y chambones.
Del PRD se pueden decir muchas cosas. Cuando ese partido se fundó abrigué la esperanza de que esos revolucionarios hicieran sinergia con los revolucionarios del tricolor y que así se fortaleciera el sector revolucionario de los dos partidos. Pero no sucedió eso, el PRD se quebró peor que el PRI ante el canto de las sirenas Salinistas. La ultraderecha lo sometió y lo tiene sin fuerzas revolucionarias auténticas. Los chuchos, y otros grupos sin convicciones propias terminaron con lo que pudo ser una verdadera alternativa democrática, revolucionaria y popular.
Termino este modesto comentario, reconociendo que Humberto Moreira, tiene la oportunidad histórica de impulsar una generación de jóvenes revolucionarios capaz de resistir los embates de la oligarquía neoliberal que está dejando a más de 60 millones de mexicanos sin futuro. Humberto tiene la palabra.
Hasta pronto, pero desde nuestro ENFOQUE, no el de Televisa.

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