sábado, 14 de mayo de 2011

DE PACTOS: ESTAMOS HASTA LA MADRE

ENFOQUE
Por Miguel Ángel Kaiseros enfoque50@hotmail.com
De pactos: estamos hasta la madre
** Los gobiernos deben ganar y merecer la confianza del pueblo
** Que en el Pacto de Juárez, no meta las manos Calderón
De veras que los mexicanos deberíamos aceptar que de pactos y acuerdos nacionales ya estamos hasta la madre. Me falta espacio para enumerar los pactos y los acuerdos que se han hecho entre la sociedad y las autoridades gubernamentales con el iluso propósito de solucionar los grandes problemas, como lo es en nuestros días la imparable violencia generalizada que campea cubriendo de sangre y de muerte al territorio nacional.
El tema tiene referencia al pacto que personas e instituciones sociales sin duda de buena fe, proponen firmar en Ciudad Juárez, como una alternativa para sensibilizar a Felipe Cal-NERON para que retire al ejército de las calles y que cambie su estrategia en su fallida guerrita contra el narcotráfico y el crimen organizado. Por supuesto, el cambio de estrategia incluye en primer lugar la cabecita del Secretario de Seguridad Pública Federal.
Esa guerrita no es cualquier cosa si valoramos con inteligencia lo que asegura la investigadora y periodista Anabel Fernández, en el sentido de que no es guerra fallida, sino guerra fingida, donde las autoridades federales no se sabe de qué lado están. Por cierto, la sospecha de que la guerrita de Cal-NERON es fingida, toma fondo y forma en la serie televisiva EL EQUIPO, donde se sublimiza que Genaro García Luna, es la estrella, productor, director y por supuesto financiero. La serie de T.V, le da la razón de busto entero a la valiente Anabel Fernández: La guerrita es fingida.
Volviendo a la madre de todos los pactos que el poeta Javier Sicilia y otras víctimas de la violencia incontrolable, proponen firmar en C. Juárez, bien podría definirse como el PACTO DE LA DESCONFIANZA NACIONAL. Porque es producto de la desconfianza que la sociedad tiene en las instituciones federales a raíz de su ineficacia para garantizar el derecho constitucional de todos los mexicanos a la seguridad en sus personas, sus familias, sus bienes, Etc. Etc. Etc…
Si concebimos a ese futuro acuerdo, como el pacto de la desconfianza nacional, aseguramos que no participarán metiendo cuchara grande, ni una sola institución de los tres órdenes de gobierno, porque la desconfianza nacional, es de la sociedad hacia instituciones y no de instituciones respecto a otras instituciones igual de ineficientes podridas.
En otra palabras, es un pacto nacional para abanderar y darle movimiento social a la desconfianza que los mexicanos tenemos respecto al gobierno federal. Ese pacto social, no admite jamás la complicidad de funcionarios públicos de alto rango, de esos que cobran por lo que no hacen en las dependencias obligadas a dar seguridad a la gran familia mexicana.
Sabemos que todo acto corrupto, genera en automático su propia impunidad. Se crea un círculo de perfecta perversidad. Por eso, otro punto que debe privilegiarse en el Pacto de la Desconfianza Nacional, es buscar alternativas para erradicar y denunciar a la impunidad de los funcionarios públicos de alto vuelo. Especialmente de aquellos que ahora gozan de fuero y que por lo tanto, burlan a las leyes y a la justicia sin siquiera despeinarse. El caso de la Guardería A.B.C, es un ejemplo de impunidad oficial, donde el más pentarugo pagará parte de los platos rotos.
Sea mi reconocimiento para los impulsores de la iniciativa del pacto de Juárez, no importa que ya estemos hasta la madre pactos. Lo importante que no se contamine con la mano oficialista del gobierno. Si Calderón y alguno de sus representantes quiere dialogar, bien, pero que el representante del gobierno acuda a un terreno abierto y neutral, para que no haya ni siquiera suspicacias de arreglos en lo oscurito.
Termino mi comentario recordándoles a todos los políticos y gobernantes, que la confianza se gana y se merece con, y por los hechos. La confianza del pueblo hacia sus autoridades, no se puede establecer por decretos, ni con pistolitas ni cachuchas militares. La confianza, es producto de la verdadera política al servicio de la sociedad.
Hasta pronto, pero desde nuestro ENFOQUE, no el de Televisa.

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