En el contexto aciago que sufrimos los mexicanos, es oportuno saber que la patria es la gran empresa nacional propiedad de todos y que por ordenamiento constitucional, cada ciudadano es accionista con voz y voto para administrarla en beneficio del pueblo, y no de unos cuantos rateros organizados en la partidocracia.
Esos rateros juegan el papel de un sindicato de esquiroles que todo lo controlan y además usufructúa las riquezas nacionales en beneficio directo de la oligarquía gobernante mientras hunden en la miseria a 60 millones de mexicanos que resultan víctimas de la vileza y la voracidad de los financistas globales que nos dominan en todos los sentidos.
Por eso, en el concepto de empresa de todos, debemos administrar también a los estados y todos los municipios de la nación. Como propiedad de todos, auditar a los poderes legislativo y judicial, que para desgracia de la nación, son botines de la misma partidocracia y de los oligarcas mandones.
Espero que con estas propuestas reflexivas, apreciemos mejor el valor cívico y nacionalista nuestro derecho a voz y voto constitucionales para administrar esa gran empresa llamada México, tan depredada por la clase política gobernante e impune en todos los órdenes de gobierno.
En el solar local este año elegiremos: gobernador, alcaldes y diputados locales. Es una oportunidad de hacer una valiosa inversión cívica en nuestra empresa llamada estado de Coahuila. Los partidos no son importantes, lo que da poder a nuestro voto es sufragar por los candidatos sin cola que les pisen, ni expedientes negros pendientes ante las autoridades judiciales.
Tal es mi propuesta y tesis cívica. Es Mi opinión, nada más.
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