lunes, 27 de junio de 2011

SICILIA Y SU MARCHA A LA FOSA COMÚN

ENFOQUE
Por Miguel Ángel Kaiseros           enfoque50@hotmai.com
ASOCIACIÓN REVOLUCIONARIA DE PERODISTAS DE COAHUILA (ARPECO)

Sicilia y su marcha a la fosa común
**Lloró ante calderón en vez de encararlo
** Los gringos nos militarizaron con nuestro propio ejército.

            Debido a que la atención nacional está en los comicios del domingo 3 de de Julio, el encuentro de los marchistas por la justicia y por la paz con Felipe Calderón pasó a segundo lugar de importancia para la mayoría de los medios de comunicación y los comentaristas. Luego de ese encuentro flota en el ambiente un sentimiento de decepción por la inocente entrega de Sicilia y sus asesores, porque  prácticamente entregaron un cheque en blanco al mandón de Los Pinos.
            Lo menos que se comenta en los corrillos de reuniones sociales, es que esa marcha cayó en una fosa común de donde no podrá salir con vida ni yendo a bailar a Chalma. Los cabecillas de la marcha cometieron el tremendo error de ir a un dialogo en terrenos enemigo. En esa desventaja se impusieron los criterios del gobierno, mientras Sicilia y compañía  quedaron con las manos vacías y sin argumentos para aglutinar masas que les permitan seguir en la lucha.
            Para burla de los marchistas, Genaro García Luna, demostró su poderío más firme que nunca. Su prepotencia se fortaleció con la insolencia de Felipe Calderón. Los dos rechazaron todos los puntos de un pliego de exigencias que al final de cuentas quedó en nada. La promesa oficial es que se investigará caso por caso, pero eso se ha dicho desde siempre con los resultados ya muy conocidos. Así el ejercito seguirá en la calles y muchos ciudadanos inocentes seguirán expuestos al fuego cruzado entre los bandos.
            De la fosa común en que cayeron los marchistas pasarán al anonimato y a la represión, pues el gobierno midió muy bien sus alcances y ahora sabe que no son de peligro para que la guerra sangrienta de Fecal siga adelante sin mayores problemas. En un esfuerzo de control de daños mal hecho por Sicilia, sólo pudo decir que no todo estaba perdido. No propuso nada en concreto sobre cómo redoblar esfuerzos y hacer mejor las cosas.
            La foto que circuló por todo el mundo, donde aparece Felipe Calderón abrazando a Javier Sicilia quién en vez de encararlo se agachó a llorar y a soportar el apapacho de manos cubiertas de sangre, resulta patética y es un insulto para quienes hicieron el esfuerzo de acompañarlo en la marcha, que por sus objetivos originales merece todo respeto y consideraciones.
            Ya lo hemos dicho en este espacio y ahora esa idea se fortalece. Felipe Calderón, aunque quiera no puede retirar el ejército de las calles. El ejército represor e impune, está en las calles por órdenes del Gobierno Norteamericano, quien de esa forma militarizó a México sin necesidad de enviar a sus tropas como lo hacen en muchos países del mundo. En otras palabras, los mexicanos, con nuestros propios impuestos estamos pagando la militarización gringa en nuestro territorio. Esto, no sólo lo dice este modesto comentarista, lo afirman analistas investigadores autorizados de otras partes del globo.
            Hasta pronto, pero desde nuestro ENFOQUE, no el de Javier Sicilia
           

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